26 de septiembre de 2015

¿Cómo escoger un cuento?

Bien, después de aprender a explicar un cuento hay otro factor importantísimo en referencia a estos. ¿Cómo seleccionarlos? Hay una serie de pautas a tener en cuenta que a continuación os paso a enumerar:

1. Contar con la opinión del niño: Es interesante tener en cuenta sus gustos y sus intereses. Cada tipo de cuento es adecuado para una edad, pero debe primar el interés personal del niño. A veces, cuentos dirigidos a más mayores, les llaman la atención y los disfrutan igual. No debemos ser rígidos en este aspecto.


2. Calidad literaria: Para poder seleccionar material de calidad se debe leer mucho y muy variado. Poco a poco se crea el espíritu crítico, catalogando las lecturas en adecuadas y no adecuadas. No todo lo que se publica es de calidad ni se adapta a las necesidades que nosotros perseguimos. Por eso es importante empaparse de toda la literatura posible para ir comprobando personalmente qué textos son adecuados y cumplen con unos mínimos para poder presentárselos a nuestros alumnos o hijos sin problemas. Debemos fijarnos en el vocabulario utilizado, las estructuras narrativas, la coherencia en el escrito y en la consonancia de las ilustraciones con la historia.


3. Adecuación a la edad lectora/receptora del niño: Los cuentos suelen catalogarse por estilos y por edades. Normalmente suelen estar bien catalogados pero no siempre el receptor se adecua a esos baremos. Es decir, hay cuentos dirigidos a niños de 3 a 6 años que fascinan a uno de 9 y viceversa. Cada niño tiene un ritmo y una capacidad cognitiva que no siempre está relacionada con su edad cronológica. Un niño de 4 años puede tener una edad receptora de 8, entendiendo conceptos que para su edad no suele ser lo habitual. Esto es algo que en un aula hace difícil la elección ya que se debe disponer de un gran abanico de títulos sin limitarse mucho a la edad marcada por lo antes mencionado. Aun así, el mejor juez siempre es el niño. Se puede hacer una primera selección y en función de como responden a esta ir incluyendo títulos adecuados a las peticiones de los más pequeños. No debemos cerrarnos nunca a probar y experimentar con la literatura. Los niños nos sorprenden cada día.


4. Valores y propósitos: Otro punto a tener en cuenta a la hora de escoger títulos literarios para nuestros pequeños es fijarnos en qué valores queremos trabajar o qué propósitos perseguimos. A veces necesitamos trabajar valores como la empatía, la solidaridad, la amistad o la frustración y necesitamos material que nos ayuden a hacerlos más comprensibles para ellos. De igual manera nos encontramos con los casos de situaciones concretas que solemos vivir con los niños y en los que precisamos una ayuda extra para superarlos. Temas como el control de esfínteres, las comidas, el sueño o las rabietas suelen despertar en los papis la imperiosa necesidad de buscar cuentos que, de una forma dulce, divertida y clarificadora, nos ayuden  a sobrellevar de la mejor manera posible estas etapas cruciales en la vida de nuestros peques.


5. Ilustraciones: Por último no nos podemos olvidar de algo tan importante para un cuento. Las ilustraciones acompañan a la historia y la hacen más atractiva, llamativa y comprensible para los más peques. Como pasa con los libros y los cuentos en general no siempre las ilustraciones serán de calidad, por eso debemos analizarlas para escoger aquellas que creamos que tienen calidad y se adecuan a nuestros objetivos. Debemos fijarnos en la relación que guardan con el texto, si complementan o complican el entendimiento de la historia, si son adecuados para la edad a la que dirigimos ese cuento y si en conjunto enriquecen o sobran a la hora de explicarlo. El refuerzo visual es un gran aliado para captar la atención de los más pequeños a la hora de explicar un cuento o de visualizarlo ellos por su cuenta. Una imagen vale más que mil palabras, se suele decir, por lo tanto es importante fijarse en este aspecto a la hora de escoger.

Y vosotros, ¿A qué le dais importancia a la hora de escoger un cuento?




20 de agosto de 2015

El cuento ¿Cómo lo explico?

 Cada vez son más los papis y profesionales de la educación que se animan a leerles y explicarles cuentos a sus hijos o alumnos. Cualquier momento del día es bueno, siempre y cuando las dos partes estén receptivas a ello. No es necesario disponer de un gran rincón de lectura, con miles de cuentos, decoraciones preciosas y una gran alfombra mullidita y acogedora (aunque es un sueño, no diremos que no...). Lo principal es que el adulto tenga ganas de explicar un cuento y el pequeño tenga ganas de escucharlo. 

Es importante crear ambiente, avanzarle en la medida de lo posible lo que pasará a continuación. Según la edad del niño lo sentaremos en nuestro regazo o lo tendremos de frente a nosotros para invitarlo a participar de la lectura con nuestros gestos y comentarios. Algunas cosas a tener en cuenta para que la narración sea un éxito son:

  • Siempre es mejor narrar que leer. Con la narración hacemos partícipes al pequeño de la historia, gesticulamos y modulamos la voz para hacer mucho más interesante lo que estamos contando. Al no tener el cuento ante nosotros mejoramos la relación entre el que explica y el que escucha. El apoyo visual se puede utilizar, claro está, pero no debe ser nuestra herramienta si no más bien una ayuda cuando el lenguaje corporal se queda corto o necesitamos de la imagen para ayudar al niño a ambientarse en el cuento. 
  • Si no nos atrevemos con la narración debemos procurar que la lectura sea amena. Haz cambios de voz, mira de vez en cuando al receptor/es del cuento, haz pausas que creen ambiente de intriga por saber qué pasará.. Practica si es necesario antes de pasar a la acción, así la experiencia será mucho más enriquecedora. 
  • Es importante también que el cuento escogido se adapte a la edad del receptor/es. La capacidad de atención varía según la edad, con lo cual es necesario buscar cuentos que funcionen y estén pensados para la edad escogida.
  • La calidad de los cuentos es otro factor a tener en cuenta. En el siguiente post explicaré qué hay que tener en cuenta para escoger un libro dirigido a los más pequeños.
  • Tener estrategias para llamar la atención de los niños, tanto al inicio como en medio de la narración es también indispensable. A veces circunstancias ajenas al niño nos dificultan el inicio del cuento. Desde la temperatura hasta el número de oyentes son factores que pueden alterar la calma y concentración de los más pequeños. Por eso es interesante tener un AS bajo la manga que poder sacar en el momento que precisemos. Una minicanción de introducción, una frase introductoria que nos defina, una mini actuación que llame mucho la atención... Cualquier cosa es buena si conseguimos captar la mirada y los oídos de los niños. Cuando el alboroto se produce en medio de la narración jamás debemos parar de explicar el cuento. Técnicas como movimientos corporales repentinos, cambios en el tono de la voz o pausas más largas de lo normal nos ayudarán a seguir la historia y acabarla con éxito. Interrumpir la narración para llamar la atención del "alborotador" destrozará por completo la magia del momento, con lo cual debemos evitarlo. Una opción muy eficaz es hacerle protagonista del momento de la historia, preguntándole o invitándolo a situarse cerca nuestro para que nos ayude a terminar el cuento. De esto también hablaremos más adelante en el blog.
Y en definitiva estas son algunas pautas que nos pueden ayudar. Evidentemente no es lo mismo explicárselo a tu hijo solo que a un grupo de niños/alumnos. Pero el mecanismo viene a ser muy parecido. Lo importante es disfrutar del momento y contagiar a los más pequeños el gusanillo por la lectura. No siempre debemos pretender enseñar algo con lo que leemos. 

El verdadero placer de la lectura es disfrutar con ella.


9 de agosto de 2015

Había una vez...

...una niña que aprendió a leer y voló. Su imaginación la llevaba a mundos extraños, países de fantasía y rincones maravillosos donde todo era posible. Los cuentos eran sus amigos más fieles y la invitaban a vivir miles de aventuras. 


Así empieza el cuento de mi relación con los cuentos. Un cuento que dejé un tiempo abandonado en el cajón de "algún día" y que a veces cambiaba de sitio y aparecía en el de "cuando pueda", pero casi siempre lo encontraba en mi memoria. 


Ahora soy madre, maestra y un poco niña de nuevo, así que junto a mi hija vuelvo a disfrutar de mi gran pasión: La literatura infantil.


En este blog intentaré mostrar y demostrar la importancia de los libros en las primeras edades. Propondré actividades para fomentar el placer por la lectura y para trabajar la creatividad literaria, despertando así la curiosidad de los más pequeños por la literatura infantil en general.


Cuentos, poemas, dramatizaciones e ilustraciones serán mis herramientas de trabajo. 


¿Escribimos un cuento nuevo?